La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Gustavo M. Hornos (en carácter de presidente del tribunal) y Mariano Hernán Borinsky, no hizo lugar a cuatro quejas deducidas por la defensa de Lázaro Báez.

Mediante las quejas interpuestas, la defensa del empresario pretendía que la Cámara Federal de Casación Penal revisara las decisiones de la Cámara Federal de Apelaciones que confirmaron el rechazo de distintos planteos efectuados por dicha parte: reclamando una junta médica para evaluar a Leonardo Fariña, la anulación del testimonio de éste último, la nulidad de los allanamientos dispuestos sobre sus propiedades y su sobreseimiento por inexistencia de delito.

Báez se encuentra procesado en estas actuaciones por el delito de lavado de activos, con relación a la realización de maniobras a través de la financiera SGI, con el fin de sacar del país sumas millonarias en dólares, presuntamente originadas en el uso de facturación apócrifa para simular gastos en el marco de los contratos de obra pública con el Estado Nacional.